Busca en "Carlos Crece"

miércoles, marzo 06, 2013

Cifras de una burbuja jazzística



Recortes y festivales. Nos cuentan que el Festival de Jazz de Vitoria tendrá este año un día menos por la crisis (se celebrará entre el 16 y el 20 de julio). Quizá si alguien tuviera la valentía de pinchar la burbuja de presupuestos inflados, de cachés inflamados, no sólo daría para una semana al año, sino para todo él. ¿Cómo es posible que en Europa festivales con patrocinios privados y subvenciones públicas acepten pagar cifras desorbitadas a artistas que en su país de origen apenas huelen un dólar? Ni lo uno, ni lo otro. Un equilibrio que permita no sólo no reducir, sino ampliar (también criterios). De otro festival ahora en marcha, el de Terrassa, leo que "reunirá más de 300 músicos a pesar de los recortes". Me pregunto: ¿Cuál será el recorte en el pago de cachés?


Jorge Pardo en Huesca (28/02/2013)
© Jesús Moreno

61.000 €. Ese es el presupuesto total del que dispone el área de cultura del Ayuntamiento de Huesca para su programación musical este año 2013. En ese presupuesto, me asegura el técnico de cultura del municipio, se incluyen los pagos de cachés, derechos de autor, alojamientos, comidas, publicidad, producción técnica, etc. En lo que llevamos de curso ya se ha podido escuchar en la ciudad a Silvia Pérez Cruz, Perico Sambeat o Jorge Pardo, y en previsión están Digital Primitives, Myra Melford & Ben Goldberg, Wadada Leo Smith y otros. Y sólo son algunos de los dos conciertos (no sólo los hay de jazz, por supuesto) que se celebran de media por semana auspiciados por la concejalía. En contraste, el Festival de Jazz de Vitoria contó en su edición de 2012 (pese a una reducción del 40% en cuatro años) con un presupuesto de 850.000 € (en 2011, Iñaki Añua, su director, declaró que del millón de euros de presupuesto de ese año, el 74% procedía de recursos propios). El de Getxo, en el mismo curso, 290.000 €. El Jazzaldía de San Sebastián presupuestó 1´8 millones de €. Todos ellos se ventilan en una semana de verano. ¿Quién responde por esta inflación evidente de cachés? ¿Quién explica esta revalorización tan exorbitada en torno a una música que a nadie importa durante once meses al año?


Sixto Rodríguez

“Quizá otros se hayan enriquecido”, dice Sixto Rodríguez. A su costa, claro. La increíble y fantástica historia de este cantante que cuenta Searching for Sugar Man tiene un contraplano inquietante. ¿Quién se quedó con el dinero de sus ventas millonarias en Sudáfrica? ¿Quién hace negocio en la música? Por lo que parece, casi todos menos los músicos. Uno de ellos me facilitó hace unos días una cifra que produce escalofríos. Recibió un aviso en el que se le hacía constar que sus “well-deserved music sales” de seis meses de rendimientos en Spotify ascendían a 0´57 dólares. Y claro, su burbuja hizo plic.

© Carlos Pérez Cruz
 
Publicado originalmente en www.elclubdejazz.com

No hay comentarios:

Free counter and web stats